Budismo
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Budismo | |
Fundador | Siddhārtha Gautama también conocido como Śākyamuni, Tathāgata o "El Buda" |
Ramas | |
Figuras simbólicas de devoción o "deidades" | Avalokiteśvara, Tārā, Adi-Buda, Amitābha, Bhaisajyaguru, Kwan Yin, Manjushri, Vairochana y otras. |
Tipo | no-teísta, religión dhármica |
Nombre y número de seguidores | budistas, de 200 a 1600 millones según la fuente |
Escrituras | Común a todas las escuelas es el Canon o Tripiṭaka (‘Tres Canastas’): Los budismos del Este y del Norte añaden otros textos específicos a sus tradiciones.[1] |
Lenguas de las escrituras | sánscrito, palí, chino, tibetano, japonés, coreano, etc. |
Lugares sagrados | Lumbini (Nepal), Bodh Gaya, Sarnath y Kushinagar (India) |
País con mayor cantidad de budistas | China |
Organización internacional | Comunidad Mundial de Budistas (con sede en Tailandia), actual presidente Phan Wannamethee |
Símbolo | La Rueda del Dharma |
Edificios | Pagodas, Vihāras, Estupas, Wats. |
Monásticos | bhikṣus, gelongs, lamas, bonzos, roshis, etc. |
El budismo es una religión[2] no teísta[3] perteneciente a la familia dhármica y a la subfamilia nastika de religiones.
Su complejidad y diversidad hace que también sea estudiado o descrito en ocasiones usando términos adicionales como, por ejemplo, fenómeno transcultural,[4] filosofía,[5] método de trasformación.[6] o sistema ético.
Budismo es un término usado en Occidente sin traducción exacta en Oriente. En sánscrito y otras lenguas orientales es posible referirse a las "enseñanzas del despierto sobre la ley natural" (buddha-dharma); o "la comunidad" de budistas (saṃgha). "Buddha" es un título sánscrito que significa ‘el que ha despertado’. Se le da a cualquier ser que, de la manera que suele ser expresado por autores budistas, ‘vea’ o se haya percatado de la realidad ‘tal como es’.
Ideas erróneas más comunes sobre el budismo [editar]
Esta percatación se da gracias a un descubrimiento directo y personal; no debido a una revelación divina. Un Buda no es un dios, ni un ser sobrenatural, ni un mesías, ni un profeta. El budismo no postula sobre un creador del universo y sus enseñanzas no son percibidas por sus seguidores ni como creencias ni dogmas, ya que estas mismas animan al practicante a que las cuestione, investigue y compruebe por si mismo, ya que sólo así podrá comprenderlas e interiorizarlas. El budismo también contrasta fuertemente con otras religiones porque la mayoría de sus escuelas niegan la existencia del alma, de una esencia, de un sí-mismo y de un "yo" duradero, si bien las consecuencias que se deducen de este punto doctrinal y su interpretación varían.
Véase también: No-yo
Hoja de Ficus religiosa o Higuera sagrada, la especie a la que pertenecía el árbol bajo el cual despertó espiritualmente el fundador histórico del budismo, Siddhartha Gautama, según su hagiografía.
El problema del que parte el budismo [editar]
El propósito último de sus enseñanzas es la erradicación definitiva de la insatisfacción vital, el descontento, o ‘sufrimiento‘ mental, que aparece en algún momento en toda vida cuando no se acepta plenamente que toda realidad es imperfecta y transitoria. Acorde al pensamiento budista, las causas auténticas de la insatisfacción, frustración o tensión son el anhelo ansioso, deseo o la ‘sed‘ y sus concomitantes (aferramiento, aversión, temor, etc...). Todas estas ‘pasiones‘ sólo pueden afligir a un "yo" distinguible y perdurable que los padezca, pero "yo" es visto en el budismo como un ente irreal o una ilusión, un efecto que surge de la ‘ignorancia‘, es decir, de una percepción errónea de la vida, la existencia y el ser que lleva a identificar"me" con lo que en realidad no son más que memoria y una corriente continuada de procesos cognitivos específicos de la ‘mente y corazón‘ humanos que fluyen y varían en cada brevísimo instante.
Véase también: Cuatro nobles verdades, Duḥkha, Transitoriedad, Tṛṣṇā, y Cinco agregados
Cuándo estaría solucionado el problema según el budismo [editar]
El cese definitivo de este problema se da, según el budismo, tras el ‘despertar‘, que requiere para llegar a el un esfuerzo centrado, extremadamente arduo y largo en el tiempo. Sin embargo, una vez que el individuo ya está finalmente listo, este acontecimiento es, para algunas escuelas, súbito e inesperado y dura un instante breve en una situación simple. En ese momento el sujeto ‘se da cuenta‘ de manera muy clara, emocional, intuitiva y práctica, no ya intelectual, de que las características de cada instante dependen de los anteriores y condicionarán los posteriores, al mismo tiempo que cada instante se mantiene efímero, diferenciado y distinto de los demás.
Así, absolutamente todos los objetos y fenómenos (incluyendo el ser) sólo surgen en inter-dependencia de procesos siempre complejos que, a su vez, sólo son posibles si se dan otras condiciones previas, de nuevo sucesivamente dependientes de otras más, formándose una red entrelazada de cadenas infinitas de causas. Estas dependencias ocasionan que los fenómenos y objetos sean siempre inestables y transitorios, y los hacen insustanciales, es decir, carentes (o ‘vacíos‘) de esencia o realidad última intrínseca.
Esta experiencia ‘transforma‘ al ser, llevándolo a un nuevo estado que ya no es expresable con conceptos o palabras y donde alcanza su potencial innato de ‘desvelar‘ su profunda e inherente sabiduría y compasión por todos los seres. Esto lo ‘libera‘ porque pone fin en el practicante a sus ciclos de muerte y renacimiento, o a las pautas de ilusión e insatisfacción que vivía de manera recurrente.
Véase también: Bodhi, Surgimiento condicionado, śūnyatā, y renacimiento (budismo)
Cómo propone el budismo resolver el problema. La práctica [editar]
Al ser imposible explicar con el lenguaje este nuevo estado, las enseñanzas resaltan que sólo pueden señalar o indicar al seguidor como alcanzarlo por si mismo. Con este fin, el budismo prescribe un método, o ‘camino‘, con el que se intenta evitar los extremos de una búsqueda excesiva de satisfacción por un lado, y de una mortificación innecesaria por el otro, y que ha de seguirse con gran disciplina y esfuerzo diligente práctico para desarrollar la sabiduría, la conducta ética y el entrenamiento o cultivo de la ‘mente y corazón‘[7] por medio de concentración,[8] atención y la plena consciencia del instante presente[9] de manera continua.
Véase también: óctuple noble sendero
Origen, expansión y diversificación del budismo [editar]
Bandera budista
El budismo se ha desarrollado a partir de las enseñanzas difundidas por su fundador, Siddhārtha Gautama, alrededor del siglo V a. C. en el noreste de la India. El budismo fue una religión predominante en la India desde el siglo III a. C. (cuando empezó su expansión geográfica) hasta el siglo VII EC, y aunque para el siglo XIII había llegado a su casi completa desaparición de la India, para aquel entonces ya se había propagado con éxito por la mayoría del continente asiático.[10] El budismo es, en número de seguidores, una de las grandes religiones organizadas del planeta. Entre las religiones mundiales, es una de las que exhibe una mayor variedad de escuelas, tendencias, prácticas, énfasis e interpretaciones diversas,[11] que tradicionalmente han estado presentes en tres ámbitos culturales principales, lo que da lugar a la clasificación budismo del Sur, Este y Norte.[12]
Véase también: Historia del budismo
Siddhārtha Gautama [editar]
Buda Gautama.
Artículo principal: Buda Gautama
Hay certeza histórica y científica sobre la existencia del Buda Siddharta Gautama, también conocido como: Śākyamuni o Tathāgata. Se sabe que provenía de la tercera casta hindú, la kṣatriya, compuesta de guerreros y nobles. No obstante, algunos estudiosos como Andreu Bareau afirman que no es posible saber con exactitud si era un príncipe o un noble.
En un principio la vida de Gautama se transmitió sólo de manera oral. En la primera compilación escrita del budismo, llamada el Canon Pāḷi, los hechos de su vida aparecen de manera dispersa. No existirá una compilación biográfica hasta bastantes siglos después, siendo el más reconocido el del maestro y erudito indio Aśvaghoṣa, después del siglo I de Nuestra Era.
Los relatos sobre la vida de Siddhārtha están mezclados con mito, leyenda y simbolismo; porque más allá de su simple interés biográfico, estas historias son vistas como una guía para la vida de sus seguidores en la que los diferentes episodios clave constituyen metáforas de los procesos de crisis y búsqueda espiritual del ser humano. Además de la recopilación sobre su vida como Siddhārtha, existen también relatos sobre sus vidas previas, llamadas jatakas, los cuales tienen una base folclórica y tradicional, y se suelen usar de manera complementaria para ejemplificar la atemporalidad de la búsqueda de la iluminación que protagonizan todos los seres. En ellos, Buda fue un bodhisattva; alguien que está en el camino hacia la iluminación.
Los Cuatro Encuentros fueron, según la tradición, una de las primeras contemplaciones de Sidarta. A pesar de las precauciones de su padre, él alcanzó a salir del palacio en cuatro ocasiones en las que vio por primera vez en su vida a un anciano, a un enfermo, a un cadáver y por último a un asceta, realidades que desconocía personalmente.
A los 29 años, años después de contemplar los cuatro encuentros, decidió iniciar una búsqueda personal para investigar el problema del sufrimiento. A esta decisión se le llama La Gran Renuncia. Se unió al entonces numeroso y heterogéneo movimiento hindú de los sramanas (‘vagabundos religiosos mendicantes’), renunciando a todos sus bienes, herencia y a su posición social, para seguir prácticas religiosas y ascéticas.
Nirvana de Siddhārtha [editar]
El Loto es el símbolo del Despertar; las raíces están rodeadas de lodo (las pasiones humanas) mientras que la hoja y la flor se abren hacia el sol (Pureza).
Siddharta se dio cuenta, después de casi matarse de hambre a causa de un estricto ascetismo, que la moderación entre los extremos de la mortificación y la indulgencia lograba incrementar sus energías, su lucidez, y su meditación. Con este hallazgo, que llamó Camino medio, comió algo y se sentó bajo una higuera Bodhi, una especie sagrada en la India, con la promesa de no levantarse hasta hallar la solución al sufrimiento y ser un Buda. Esto ocurrió en la localidad de Bodhgaya, cerca de Benarés, que actualmente es un sitio sagrado de peregrinación budista.
Siddharta atravesó distintas etapas de meditación. En la primera parte de la noche logró el conocimiento de sus existencias anteriores (pubbe nivasanussati ñana), durante la segunda parte de la noche alcanzó el conocimiento de ver seres morir y renacer de acuerdo con la naturaleza de sus acciones (cutupapata ñana) y durante la última parte de la noche purificó su mente (asavakkhaya ñana) y tuvo un entendimiento directo de las Cuatro Nobles Verdades (cattari ariya-saccani).
Como última prueba se presentó Mara (la tendencia a la maldad en seres samsáricos, a veces interpretado como demonio), quien hizo una serie de tentaciones. Sin embargo, Sidarta no cayó en estas tentaciones, con lo que logró ser libre del aferramiento a las pasiones pero sin represión de estas (destruyendo la cuarta y quinta cadena del samsara).
Al final, conoció que había logrado un estado definitivo de "no-retorno" al que se llama Nirvāņa, que significa ‘cese (del sufrimiento)’ pero que no es posible describir claramente con lenguaje. En ese momento dijo "hecho está lo que debía hacerse". Tras alcanzar la iluminación, dedicó su vida a propagar sus enseñanzas en el norte de la India.
La iluminación de Gotama es el punto de partida histórico del budismo, y parte de la enseñanza de que alcanzar el Nirvana es posible; todos los seres humanos tienen el potencial de lograr un cese del sufrimiento y comprender la naturaleza bodhi.